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Fuente: Tito Les Moranes. Antromero , años 60. |
Capítulo 50.
La riqueza natural de Antromero
y otras curiosidades.
Primera parte (I).
" Mi misma memoria es nada, y siento
que quien soy y los que fui
son sueños diferentes".
Fernando Pessoa.
Todos los lugares del mundo por poco interesantes y atractivos que pudieran parecer, tienen motivos para presumir y sacar pecho. Siempre hay algo imperceptible a la cotidianidad que los hacen diferentes. Suelen ser cosas que habitualmente pasan desapercibidas a sus habituales habitantes, pues la rutina normaliza la excepcionalidad. Detalles y cosas que para los ocasionales visitantes representan un descubrimiento, difícil de cuantificar.
Suelen ser estos sitios parajes llenos de significado visual e histórico no siempre nítido. Acaso fueron alguna vez encriptados en los caprichosos vaivenes del tiempo y que envían señales cuando estamos ausentes. Lugares que nos miran, observan, y forman parte del protagonismo de todas las crónicas habidas , evitando en su vigilancia la injusta imposición del tratado de la desmemoria. Batallas perdidas y pactadas con el enigmático fluir de sueños postergados y la fugacidad de las oportunidades perdidas.
En Antromero, la carencia de patrimonio artístico social y público es un hecho manifiesto y se materializa definitivamente en el año 1969, con el derribo de la capilla del pueblo. La historia de este lugar de culto y peregrinación está vinculada a nuestros antepasados, pescadores que construyen en el siglo XVII una pequeña ermita en honor de su patrón San Pedro. Hasta entonces, la advocación religiosa de Antromero estaba ligada a la Virgen María.
La primera referencia documental en la que aparece nuestro pueblo, confirma nuestras apreciaciones. Y esta data del año 905, en el testamento del rey astur Alfonso III El Magno, donde figura la iglesia de Sancta María de Entromerio. Siete años después será su hijo Fruela quien donará a la Iglesia de Oviedo varias de sus propiedades, entre las que figura in Intromerio Ecclesian Sancta María.
Cuando escasean certificados históricos, progresivamente la leyenda se apropia de la cronología. La necesidad de dar respuesta a las dudas, facilita esta injerencia en el enigmático territorio que divide la fábula oral y la historia. Será una de aquellas narraciones transmitidas a la vera del calor del llar, entre abuelos, padres e hijos quien nos señale la fundación por parte de un grupo de pescadores de una modesta capilla en honor a San Pedro. Agradecidos por haber librado la muerte segura en una galerna. El miedo a iniciar el último viaje entre las tenebrosas aguas del Cantábrico y temor al más allá, son la simbiosis perfecta para el compromiso de promesas religiosas.
Nuestra ermita será construida en el siglo XVII, en la parte más elevada del acantilado, sobre el promontorio de la playa. La leyenda se encarga una vez más de proporcionar un dato curioso, con la indicación precisa del lugar donde se debería iniciar aquellas obras, por parte del santo. La aparición insistente de una imagen de San Pedro en el sitio en el que se construyó finalmente la capilla, indicando el apóstol con su cabezonería, su preferencia por aquel lugar y no otro. Presidiendo desde entonces en altura la bahía, ha ejercido protección sobre los marineros y sus barcas de toda la contorna.
Lugar de referencia hasta su derribo definitivo en el año 1969, para posteriormente ser sustituida por una iglesia de construcción más funcional y de dudoso gusto. Hace algo más de cien años, a mediados del siglo XIX y durante el gobierno como obispo de la Iglesia asturiana de Ignacio Diaz Caneja (1848- 1856), nos consta por documento facilitado por Marino Busto, que la ermita estaba en un estado ruinoso. En este mandato será restaurada, para posteriormente recibir un último remozo en el año 1898, a cargo de los herederos del matrimonio compuesto por Doña María González y Don Bernardo Fernández Carbayeda (1), regidor a mitad del siglo XVIII de Gozón.
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Imagen actual de la Iglesia de San Pedro de Antromero. |
Con el derribo y destrucción de este edificio se pierde irremisiblemente la única referencia arquitectónica con carácter no privado y emblemático del pueblo. Las leyendas entorno al mismo se juntan con sus escombros físicos y los recuerdos de una edificación castigada por el mayor de los desamparos. Como aquel transmitido por nuestros mayores que recuerda en la edificación original una única pequeña ventana, del tamaño del culo de un vaso.
En la construcción de la nueva edificación destinada al culto se organizó en sestaferia (2). Incluyendo en aquellas labores de desescombro, previo a la edificación definitiva, a los escolines varones de la entonces escuela de La Eria. En aquellos trabajos hubo que contabilizar incluso una muerte. Una de las vacas de tiro de Víctor El Molín, falleció electrocutada al pisar una de aquellas mangueras eléctricas en mal estado.
En cualquier caso y con independencia de creencias religiosas ha sido un lugar emblemático y determinante para el pueblo y sus moradores. A la consabida actividad de oficios religiosos se suma como punto de peregrinación de marineros, buscando protección y amparo ante las imprevistas reacciones de la mar, especialmente durante la campaña del bonito. También formó parte fundamental, ante la ausencia de otra logística e infraestructura, en su cabildo del inicio escolar e iniciática formación de decenas de escolines. En manos de las impagables "maestras maternales": Perfecta (Perfeuta), su sobrina Joaquina, María La Maestra y Maruja El Tuertu. Mujeres vocacionales, con las que el pueblo de Antromero y sus habitantes tienen contraída una deuda histórica.
La innata ley del equilibrio va a compensar las carencias de patrimonio artístico, con una riqueza natural y paisajística que se manifiesta especialmente en la playa y sus riberas circundantes. En nuestro litoral la existencia de importantes afloramientos geológicos han sido y son visita obligada para estudiosos y expertos de estas materias de todo el mundo.
Esta importancia se refleja en un espacio geográfico de algo más de tres kilómetros de costa acantilada que rodean a nuestro pueblo. Prueba de ello está en que una de esas formaciones geológicas del Cretácico, recibe el nombre de Formación de Antromero, con un afloramiento en la aldea de Bonielles (Llanera). En este lugar se ha sacado material para hacer las losas que cubren el entorno del Ayuntamiento de Oviedo, en la figuran gran cantidad de fósiles pertenecientes a esa era geológica y a la formación que da nombre nuestro pueblo. La evidencia demuestra una colonización de Antromero, en la capital de Asturias.
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Fuente: El Comercio. Detalle de las losetas en el entorno del Ayuntamiento de Oviedo, pertenecientes a la Formación Antromero. |
Bromas y curiosidades aparte, solo nos queda reseñar que el IGME ( Instituto Geológico y Minero de España), tiene catalogado en nuestro ámbito geográfico 21, 26 hectáreas inventariadas como lugares de interés geológico. Algunas de las cuales consideradas de un valor científico muy alto, tal es el caso de la Playa de San Pedro y también para nuestra desgracia con un elevado riesgo de degradación natural y humana.
El interés principal de este organismo pasa por el estudio estratigráfico, aquel que analiza las diferentes rocas depositadas en estratos o capas y su interpretación. Además de considerar otros valores como el paleontológico, geomorfológico, sedimentológico y tectónico. No hay duda que este pueblo es una joya geológica en toda regla y que aquellas primeras excursiones masivas en el entorno de nuestros acantilados, que sorprendían y escandalizaban a nuestros mayores, están más que justificadas.
(1). Don Bernardo Fernández Carbayeda, fue en calidad de regidor del concejo concurrente en el acto de formalización del Censo del Marques de la Ensenada, correspondiente al concejo de Gozón, el día 23 de febrero de 1753, en el Puerto de Luanco.
(2). Se trata del trabajo comunal de unas vecinos, para la realización de obras de carácter público, o sin fines crematísticos.
Nuevas acepciones del nombre Antromero.
" Yo sé que nada regresa, que nada
vuelve a nacer, que lo que estuvo
no está, que nada es lo que fue".
Aurelio González Ovies.
Nuestro pueblo es el único con ese nombre en todo el territorio nacional y no tenemos constancia del mismo en cualquier otro país del orbe mundial. Etimológicamente siempre se ha admitido una única acepción sobre su origen. Y en esta ocasión en la que nos vamos adentrar dentro de la riqueza natural de Antromero y sus costas, añadiremos más información al respecto. Teniendo en cuenta su vinculación a este contexto que recorreremos.
El ilustre Jovellanos, hace un desarrollo etimológico respecto al origen del nombre de nuestro pueblo basándose en la primitiva advocación en su Epístola VIII/305, dirigida a Ramón María Cañedo y del Pielgo: " En escrituras de la Edad Media, se llamaba Intramaría, de donde quedó Antromero".
Aprovechando el inciso del ilustrado asturiano respecto al significado de Antromero, ampliaremos nuestras disquisiciones sobre el término Antromero. Este topónimo, cuyo significado en una lengua de uso muy habitual en la cornisa cantábrica hasta el siglo X, tal fue la bretona (3), y vinculada al mundo celta (muy similar en sus formas al galés o al córnico (4)), pudiera indicar "entrados en el mar". En bretón el lexema "ANTR" es del verbo "entrar" y del nombre "entrada".
Tal y como recuerda el saber popular, "una imagen vale más que mil palabras". El territorio que va desde la desembocadura del río La Viesca, hasta la bajada de la Playa de San Pedro, forma una península que se adentra en la mar. Una "entrada", tal lo recuerda el lexema "ANTR" en la lengua bretona. Nada más que se ajuste a la realidad, pues la península de La Eria se emboca sin complejos en el Cantábrico, aprovechando la avanzadilla de La Isla, justificando plenamente aquella acepción derivada en el bretón-céltico.
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Fuente: InSpain. Vista aérea de la costa de Antromero. En ella se puede apreciar un saliente peninsular. Una "entrada en el mar". |
Si nos aventuramos a este mismo lexema en las familias de lenguas indoeuropeas (tal fue el caso del latín) y en su forma derivada de "ANTROU", nos señalaría "hombres de mar", que en el bretón no sería valida tal, pero si en cambio para "paraje del mar". Evidentemente en ambas acepciones, por historia y geolocalización serían perfectamente aplicables a nuestro pueblo.
Estas teorías desarrolladas por un interesante estudio de la Diputación Foral de Vizcaya en el año 1992, dan una vuelta de tuerca y abren nuevas expectativas de interpretación al topónimo de Antromero. Por ello nos obliga en cierta medida a reconsiderar la acepción etimológica aceptada mayoritariamente: Inter=entre y merus = arroyo o río. Esta que nos recuerda la delimitación territorial de Antromero por los arroyos de La Granda (Pielgo) y La Gallega.
En cualquier caso, admitamos una u otra, lo cierto es que ambas están vinculadas al agua. Dulce, por los ríos o arroyos o salada por la mar que nos recuerda todos los días quienes fuimos y en lo que nos hemos convertido.
Finalmente y para acabar de rizar el rizo, mencionaremos una teoría más respecto al topónimo de Antromero, expuesto por el profesor titular de Botánica en la Universidad de Valencia y Doctor en ese misma disciplina, Gonzalo Mateo Sanz, quien en su obra editada en 2020, " Toponimia comparada española e internacional, interpretable sobre raíces ibéricas", expone: " Antromero significa "las colinas de mujer", derivado de "andare-oma-ero" .
(3). El bretón es una lengua céltica más antigua que el francés. Hasta prácticamente el siglo XIX su uso fue muy habitual en la región de la bretaña francesa. Su ocaso se produce cuando las leyes centralistas de la República Francesa, coartan y limitan su uso popular.
(4). Hay dos ramas de lenguas celtas. El córnico, el galés, el bretón y el cámbrico son las cuatro lenguas que conforman una de estas, El córnico se hablaba en la actual región de Cornualles (condado de Inglaterra). Los investigadores creen que los hablantes del bretón pueden entender y aprender fácilmente
El tesoro oculto de la tierra.
"Las cosas no valen por lo que cuestan en dinero.-¿Entonces?-
Primero, por su valor de estima y segundo por su valor de servicio".
Carlos Cuauhtémoc Sánchez.
Uno de los sueños más recurrentes del ser humano es encontrar escondido en la tierra una lámpara maravillosa, que alivie las transidas penas terrenales. Un golpe de suerte que haga cambiar la vida. Casi siempre a través del caprichoso azar y en otras ocasiones recurriendo a el amor propio e iniciativa, yendo en busca de la fortuna esquiva.
A lo largo de los años hemos conocido algún tipo de iniciativa vecinal en este sentido. Normalmente prejuzgada aquella actitud con las inevitables censuras sociales en forma de adjetivos, e incluyendo a ascendientes y descendientes para no dejar lugar a ningún tipo de dudas: " Mira pa ahí, ye que ta tan chiflao.¡ Como toda la familia, probe!".
Aunque seamos conscientes de alguna de aquellas propuestas, para evitar innecesarios contratiempos de carácter familiar, salpicaremos esta información con un par de ellas que fueron publicitadas en el entonces Boletín Oficial de la Provincia, y por tanto son de dominio público.
Nuestro vecino Urbano Fernández Fernández, hombre muy proactivo, tras haber explotado años atrás un calero en la carretera de La Granda y almacén en La Frontera de productos agropecuarios, solicitará un permiso a las autoridades regionales para la posibilidad de aprovechamiento de un mineral. Tal lo recoge el Boletín Oficial de la Provincia , número 150, con fecha de 4 de julio de 1959: " Se solicita un permiso de investigación de mineral de barita (5), en finca de 27 hectáreas de extensión que se denomina "Recuerdo" ".
Ocho años más tarde. la fiebre por encontrar minerales en nuestro subsuelo se reverdece. Así se refleja nuevamente el Boletín Oficial de la Provincia núm. 57, con fecha de 9 de septiembre de 1967: "Alejandro González Lamuño, en representación de Duro-Felguera solicita un permiso de investigación de mineral de hierro de 1.367 hectáreas de extensión que se denomina "Luanco-Candás", y sito en el paraje llamado Antromero y otros..."
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Fuente: Boletín Oficial de la Provincia. Detalle de la solicitud de Alejandro, en nombre de la sociedad Duro-Felguera. |
(5). La barita es la mena principal del bario. Sus usos son variados: para la producción de agua oxigenada, en la industria del caucho, para la fabricación de pigmentos blanco, en pinturas, y sobre todo para la producción de litopón (sulfatos y sulfuros usados para recubrimientos como los usados en las salas de los rayos x).
La sorpresa de los argayos.
"Sino con un recuerdo
de un tiempo, que hace tanto,
estalló en una pompa dorada..."
Xuan Xoxé Sánchez Vicente.
En un lugar con tantes ribes y cantiles como este, los argayos han sido frecuentes para bien y para mal. Alguna vida se llevaron por delante, como en los años 70 en el Sombrao al infortunado José Manuel, quien buscando refugio al temporal del temporal de agua mientras faenaba al ocle, se guareció bajo una roca, que finalmente acabó con su juventud. Aquella maldita piedra, sigue en su posición asesina, desafiante y retadora. Hoy adornada con pinturas por mano desconocida y desconocedora de la desventura ocasionada, simula las fauces de un terrible leviatán marino que ha cobrado presa.
Los argayos disgustan sobremanera a los propietarios de las fincas sobre las que actúan y forman parte de los efectos que la naturaleza ejecuta a sus dominios. En Antromero, el efecto más visible en las costas es su paulatino retroceso. Los desprendimientos de rocas y tierras no pasa desapercibido a buscadores de todo tipo de tesoros geológicos.
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Fuente: Paulino García. En el círculo, detalle de argayos en la zona del Picudel. Importantes desprendimientos de rocas y tierras, que pueden proporcionar "tesoros geológicos". |
En algunas ocasiones ha generado falsas expectativas, provocadas por el desconocimiento e ingenuidad. En Gargantera y en alguna de sus capas estratigráficas próximas a Los Fornones, existe una vistosa variedad de mineral de hierro. Su llamativa cristalización cúbica, peso y color dorado han sido motivo para caer en el error a los espíritus candorosos, de ser poseedores del deseado oro. Cierto es, pero del "oro de los tontos", tal y como se conoce popularmente a la pirita.
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Fuente: Geoaprendo. Mineral de pirita (FeS2), "el oro de los tontos". Zona donde se encuentra la pirita en Gargantera. |
La aparición abrupta, tras el cataclismo, de fósiles y la posibilidad dependiendo del pedreo, del surgimiento de alguna buena pieza de azabache obran el milagro de la aparición de arriesgados transeúntes, en busca de ayalges que regala la diosa madre naturaleza.
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Trozos de azabache en bruto de la Playa de San Pedro. |
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Trozo de azabache de unos 20 gramos, localizado en las proximidades del pedreo de La Mina, en el año 2010, tras un argayo. |
Fruto de estos desprendimientos son la presencia sorpresiva de ciertos elementos no previstos y que abren importantes expectativas de investigación. Así en el año 2019, el geólogo José M. Montés, descubre en el Bigaral una vertebra de un dinosaurio herbívoro, procedente de un argayo. En el fondo no representa más que un respaldo a las huellas existentes, tanto en la Playa de San Pedro como en este mismo pedreo. Negadas públicamente con anterioridad y con vehemencia por uno de los gurús de la geología en esta comunidad y probablemente en España.
La importancia este descubrimiento pasa por un reseñable matiz a tener en cuenta, pues se trata del primer resto de dinosaurio documentado en Asturias en el especifico periodo del Cretácico Inferior (144 millones de años), a falta de conclusiones definitivas, según comenta su descubridor José M. Montes. Normalmente los fósiles de este tipo hallados en nuestra comunidad corresponden al periodo inmediatamente anterior, esto es, el Jurásico ( 201- 144 millones de años).
El protagonista de este hallazgo podía alcanzar hasta los 10 metros de longitud y un peso de 3.000 kg. Cuando recorramos con más precisión en el próximo capítulo el pedreo del Bigaral, detallaremos más este descubrimiento.
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Fuente: José M. Montes. El autor del descubrimiento, detalla la dimensión de la vertebra del iguanadón, en esta imagen. Actualmente se encuentra en el MUJA, para su investigación. |
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Fuente: Ramón Ignacio Artime. Espectacular fósil en Gargantera, ya con visibles afecciones de la abrasión y erosión marina. Fuente: Ramón Ignacio Artime. Otra perspectiva de este atractivo fósil. |
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Fuente: Rafael Gutiérrez. La imagen invita a pensar en una huella gigante. El propio Rafael, reseña que actualmente el bloque, está tapado, fruto del movimiento de piedras que genera las mareas. |
Algunos yacimientos y descubrimientos prehistóricos.
"Entierra los reigaños
y llimpia de buelgues
el camín qu'entames,
que naide pueda siguite".
Pablo Antón Marín Estrada.
Todos los útiles prehistóricos descubiertos y catalogados en nuestra zona están vinculados, como no podía ser de otro modo, al empleo para cazar, pescar en los pedreos o riachuelos, rascar o en su defecto golpear. Todas estas actividades vinculadas a la supervivencia de sus usuarios.
Pertenecen, al menos los catalogados por el Principado de Asturias en su Carta Arqueológica, a la denominada industria Achelense Final o Musteriense de tradición Achelense ( de ellos hace 100.000 años). En la denominada Carta Arqueológica de Gozón expone: " Gozón cuenta con tres yacimientos cuya relación cultural puede atribuirse al Paleolítico Medio y más concretamente al Musteriense de tradición Achelense". Confirmándose lo anteriormente expuesto y señalando : "yacimiento en Antromero".
Hace ya algunos años en el camino que desciende a la playa de San Pedro se descubrieron en una área con cierta dispersión y en superficie, esto es, sin necesidad de ninguna excavación varios utensilios líticos (herramientas de piedra), tallados en cuarcita. Siendo estos los que siguen: un bifaz de piedra, una punta Levallois, una lasca Debris y un núcleo.
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Bifaz de cuarcita, del Musteriense, similar al encontrado en el entorno de la Playa de San Pedro. |
En el año 1983, los profesores e investigadores J.A. Rodríguez Asensio y Germán Flor, editan su trabajo "Industrias Paleolíticas eolizadas en la Región del Cabo Peñas", confirmando el descubrimiento de estos materiales y señalando la mayor concentración de los mismos: " De todos los yacimientos cabe destacar el de Bañugues, ...así como por ser considerado como "estacionamiento" humano duradero y "taller" en torno al cual han aparecido materiales líticos en diferentes partes (entre ellos Antromero) y cuya clasificación cronológico- cultural consideramos ha de ser la misma que la de Bañugues, que sería Achelense Superior...". Este yacimiento de Bañugues está considerado el más denso del Paleolítico Inferior de Asturias, siendo descubierto "oficialmente" en el año 1961. Aunque el conocimiento popular ya sabía de su existencia, mucho tiempo atrás.
Los profesores Pérez Pérez y González Menéndez en el año 1996, publican el descubrimiento de materiales líticos en Antromero, sin mayor descripción. Para terminar de confirmar estas exposiciones, recurrimos al trabajo elaborado por el ilustre José Luis Fernández Blanco, "La prehistoria en la Península Ibérica", quien detalla lo anteriormente manifestado: " También se han encontrado yacimientos en Antromero...del Achelense Superior".
En los años 70, del pasado siglo en el pedreo El Aramar y con cierta dispersión se han encontrado artefactos usados por aquellos hombres primitivos. El total de los catalogados y publicitados hasta la fecha han sido 136 y de los cuales 13 fueron localizados en el entorno de la Punta Rebolleres, Peña La Arena o Punta del Campo de la Riva, tal y como era denominada en las cartas geográficas en el siglo XIX.
Hace unos cuantos años, nuestro vecino Rafael Gutiérrez, localizó en las proximidades del Picudel y en superficie, un pico asturiense (6) en muy buen estado. Con posterioridad y en el entorno del pedreo de Gargantera, localizaría otros dos ejemplares más, pero en esta ocasión con una evidente manifestación de la erosión y desgaste provocado por el roce con otros cantos rodados.
Seguimos ahondando en la información disponible. Con el inicio del nuevo milenio y siglo se procede a la construcción de la variante que circunvala el pueblo. La empresa encargada de elaborar el proyecto realiza una serie de catas y sondeos en el suelo, para comprobar las características del mismo. Al menos en tres de las mismas se localizan instrumentos de factura primitiva. En las proximidades del río Pielgo, en La Granda y finalmente al borde de la carretera que va desde La Flor hasta Condres. Figurando entre estos descubrimientos un hacha de mano fracturada, hendidores bifaciales (7) y otros utensilios de mano. La mayor parte corresponde a la denominada industria de factura achelense.
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Hendidor encontrado en Torralba (Cuenca). |
En aquel trazado de la carretera de circunvalación Candás -Luanco y en el desmonte generado para hacer la rotonda de Valparaíso, apareció un importante yacimiento de útiles de piedra. Ante esta tesitura, se optó por volver a tapar, para su protección, mientras no vengan tiempos mejores para su estudio.
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Fuente: LNE. Recorte de prensa del descubrimiento de diversos útiles prehistóricos en el desmonte del Valparaiso. 01/09/ 2005. |
En una finca del paraje de La Granda también se encontraron en uno de aquellos sondeos varios utensilios de mano, de la misma hechura que los anteriormente citados. Años atrás (1971) y en este mismo paraje, Constante Artime se topó con un objeto de valor arqueológico, que fue entregado a la Guardia Civil y estos a su vez a las organismos competentes. A fecha de hoy, desconocemos su paradero y es más que probable que esté descatalogado en alguno de los sótanos del Museo Arqueológico de Madrid. Y con él parte de nuestra historia.
En el XIII Congreso Nacional de Arqueología, celebrado en Huelva, durante el año 1973, se exponen varios trabajos, y entre ellos el desarrollado por el profesor Manuel Pérez (8). En él va dar cuenta de la colaboración, de Constantino Artime: "...su existencia fue comunicada por Constantino Artime . En la Cueva Carlina... cerca de Antromero. En un reconocimiento que hicimos en aquella fecha, hallamos en su interior una Patella (llámpara), dos molares de cérvido y una lasca de cuarcita, lo que parece denotar la existencia de una yacimiento superopaleolítico. No se buscó su confirmación mediante cata y se silenció el hallazgo hasta este momento, como medida de salvaguarda hacia el posible yacimiento".
La Cueva de Casa Carlos o Carlina.
Tras esta exposición, sólo nos queda indagar donde se pudiera ubicar dicha cueva. Un plano genérico de los concejos de Carreño y Gozón, que acompaña al trabajo nos orienta a la zona de Condrés. Arturo Artime, abre nuestras expectativas: " La cueva era llamada cueva de Carlos". Las dudas se disipan con estas declaraciones y podemos confirmar que nos hallamos ante la Cueva de Casa Carlos o Carlina.
Esta cueva entremezcla leyendas, mitos y temores, alimentados por los intereses adultos para que los más pequeños no se acerquen a ella. El propio Arturo, así lo testimonia: "Cuando era crio los viejos contaban historias de miedo, para que no te acercaras. Para ellos lo más fácil era meterte miedo y así se aseguraban que no ibas".
Para corroborar estos temores y experiencias, contamos con las impagables declaraciones de Juan Manuel Muñiz, Juanma (1977), vecino (Casa El Molín), la casería más próxima a la entrada de aquella galería subterránea, quien así describe la misma: " La cueva de Casa Carlos tiene una entrada con dos desvíos. A la izquierda llegas hasta una especie de cúpula, donde se puede ver un pilar central hecho de la unión de una estalactita y una estalagmita. A su alrededor hay otras pequeñas estalagmitas, que con un poco de imaginación se parece a unos enanitos". Aprovechando estas similitudes descritas, tenemos un nuevo sobrenombre: " Sobre todo en Candás, a esta cueva se la conocía como la Cueva de Los Enanitos, debido a aquellas formas".
Juanma, recuerda el numeroso tránsito de visitantes: " A veces, aquello era como una romería. Grupos de 15 o 20 guajes de Candás, venían a la cueva a inspeccionar". Comportamiento compartido por el propio declarante: " Cuando era rapacín mucho recorrí la cueva, raptando y pasando por sitios que ahora sería imposible". Otra de las curiosidades descritas y vinculadas al mundo animal, no deja de sorprender: " Allí si se veía mucho movimiento de raposos en época de celo y reproducción. La cueva natural , invitaba a ello".
El mundo de las cavernas, de las galerías subterráneas está lleno de inevitables miedos. Vinculados a los submundos del mal y del fuego eterno, han hecho mella en la educación de sinfín de generaciones. Recogemos las declaraciones de Raúl Sirgo, sobre su relación juvenil con esta gruta: " Siendo adolescente se creó una "leyenda" sobre la cueva. Jóvenes de Luanco pasaban por la carretera para ir a visitarla. Se escuchaban búsquedas y comentarios fantásticos sobre lo que allí había. En el instituto, al recreo, se hablaba de ir a visitarla. Mi amigo Luis Ignacio y otros fantaseábamos sobre como ir a verla. Todos estos preámbulos concluyeron en primavera, siempre en primavera nos animábamos a este tipo de aventuras. Nos adentramos en ella y, arrastras, la visitamos. Fue mucha la "claustrofobia" que sentí, la visita duró poco tiempo. El suelo húmedo, el aleteo de algún murciélago y nada más. Todo se desvaneció cuando nos enteramos del "suicidio " de un chico de Luanco allí. La clausuraron y nunca más supe de esta cueva".
Años después de lo expuesto por Raúl, probablemente a mitad de los años 80, pudimos comprobar el aspecto abandonado de su entrada: pintadas sobre sus piedras, restos de vehículos, chatarras de todo tipo, plásticos y residuos humanos configuraban una imagen, que invitaba a irse. No obstante, la curiosidad era mayor que cualquier temor. El suelo rojizo y mojado impedía un buen agarre a la marcha timorata. A los pocos metros la galería principal se dividía en tres más pequeñas, alguna de las cuales quedaba cegada por el propio suelo. Ante el silencio sepulcral, se percibía el sonido del tránsito de agua y en las paredes se podía distinguir entre las estalactitas y estalagmitas varias marcas del nivel fluctuante del barro. Ante la escasa equipación que llevábamos se tomó la decisión de regresar al punto de partida.
Unos años antes, el profesor Manuel Pérez, acompañado del bueno de Constante, seguramente vieron una cueva virgen, casi intacta. La prueba de ello, fueron los pequeños objetos descubiertos, vinculados a la actividad humana del Paleolítico Superior, en superficie, sin más prospección que la inspección ocular. Actualmente, sólo una excavación podría descubrir algún tesoro más, dado el deterioro de su entrada.
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Fuente: Google Maps (2008). Plano genérico de la zona donde se ubica la Cueva de Casa Carlos, Carlina. |
Tras todo lo expuesto y basándonos en los descubrimientos circunstanciales, aleatorios y en superficie que nos constan hasta la fecha, además de comprobar que cualquier cata o excavación en la tierra es una gran posibilidad de encontrarnos con nuestro pasado remoto, en forma de instrumentos de piedra. Sospechamos que vivimos en una zona con gran actividad humana desde hace decenas de miles de años, por la dispersión de lo encontrado hasta la fecha y solo con el azar y la casualidad como guía para ello.
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Fuente: Juan Manuel Muñiz. Estado actual de acceso a la Cueva Carlina. |
En cualquier caso, tan solo reseñaremos que Antromero forma parte de la lista de los 70 lugares de Asturias de localización de materiales de tipología inferior-paleolítica.
(6). El pico asturiense es un útil prehistórico, destinado en nuestro caso, para actividades propias del marisqueo. Buscando un símil más actual, podríamos compararlo con el cuchillo o navaya vieya y ferruñosa con la que iban nuestros mayores a les llampares al pedreo. Sus dimensiones se suelen ajustar a unos 15 cm. de altura y una anchura que no suele superar los 8 cm. El objetivo era elaborar un instrumento de trabajo funcional. Además de hacerse por el golpeo de otra piedra para darle su singular forma.
(7). El hendidor está hecho sobre una piedra delgada, aprovechada de un desprendimiento de otra mayor. Se aprovecha una de sus partes cortantes y afiladas, haciendo la labor de corte. Suele ser un instrumento de tamaño grande o mediano.
(8). El historiador Vicente Iglesias Pérez, vecino del pueblo, nos ha facilitado desinteresadamente el trabajo del profesor Manuel, por lo que desde estas líneas le mostramos nuestro agradecimiento.
Les riberes marines de la parroquia de Bocines...del Aramar al Pielgo.
"Los recuerdos son vastos
silencios y sueños".
David Edgardo Forti.
A continuación exponemos un texto cedido por nuestro vecino Paulino García Suarez. Se trata de un recorrido plagado de añoranza, leyendas y sentimiento, por aquelles riberes que han formado y forman parte de la historia de un pueblo que creció de cara a la mar.
" La fiesta de San Pedro, siendo uno de Antromero, siempre será un día de presentes, nunca de ausentes, como así nos lo transmitieron. Allí hicieron fortuna algunes freses de la antología popular de aquellos años. Dos buenos ejemplos son: " No te cases en Antromero, aunque te den una buena dote, que al otro día de casao, van mandate d'ir al ocle", o " Si non tienes que facer, vete a dar una vuelta por les riberes".
Y claro que fuimos, y metimos la pata en alguna de les trincheres que queden...cuando bombardeaba el Cervera durante la guerra civil... y que son casi invisibles por los crecientes y colonizadores bardiales.
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Fuente: Paulino García.Junto a la Isla. El difícil tránsito " por los crecientes y colonizadores bardiales". |
En realidad no sabemos muy bien donde está el límite parroquial con Luanco, intuimos que la desembocadura del río La Gallega, en Aramar...sonoridad de dioses, altar de mar, dice la tradición. Empezamos por el norte, allí en Aramar, donde muere ese río que vien desde La Ren, por Bocines.
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Fuente: Paulino García. El Aramar visto desde la bajada del Monte. Al fondo, El Dique y en zona intermedia la desembocadura de La Gallega. |
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Fuente: Paulino García. L'Areneru y al fondo la Punta La Riba, o Punta La Arena. |
Allí, otro amplio pedreo...El Folguiru... llega hasta los primeros peñones, negros como los moros de les leyendes...son Los Fornones...distinguidos por las cuevas, visibles desde El Picudel. Inmediatamente estamos en la playa/pedreo de Gargantera, donde muere el río de La Viesca que llega desde Les Bayuergues. Interesante rescatar o recuperar, antigües leyendes y poemas de xanes roxes y de vikingos, sabiamente amaestraos por elles, que dieron paso a tradiciones que seguramente, sin danos cuenta, llevámosles en nuestra forma de vida actual...¿Hablamos de marañueles?...Allí vivían les xanes que hilaban un hilo de oro y que desaparecíen en el agua cuando bajábamos a veles. Hay un cantar..."sal xana, sal..." y que son las Nereidas que citaba Jovellanos. Encima de Los Fornones está El Tesoro vinculado a unos cofres de oro y joyas, escondidos por los moros y que aparecen guardados debajo de les vaques que se echaban allí a rumiar.
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Fuente: Paulino García. Gargantera. Encima El Tesoro, monte de leyendas. Debajo los Fornones, xanes y nereidas. |
Pronto llegamos al Bigaral, pedreo popularizado durante algunos años como la Playa Los Cristales, procedentes de vidrios, arrojados como basura orgánica, por el municipio gozoniego. En El Bigaral, según la antigua tradición, nace una cueva que comunicaba hasta La Flor, centro tradicional del pueblo, el chigre, la tienda, el bar...También nace un saliente importante hacia el noreste que termina en El Picudel o Punta L'Cabrito... El Picudel era un lugar de pesca de xarrianos, xulies, cabres, fañeques, oricios y percebes.
Después giramos al este, iniciándose el Carreru La Isla, un tramo acantilao de peña alta con dos pedreos pequeños y curiosos: La Fuentina y La Mina... La Fuentina debe su nombre a una fuente que alberga agua dulce y que aún existe, no hay acceso fácil actualmente, después de dar paso a "ocleros" durante años. La Mina tiene un nombre enigmático, se habló de una mina de guerra allí ubicada en una oquedad subterránea y que justo está debajo de unos cerramientos superficiales que bien podrían ser "volados" en la actualidad.
La Isla, la preciosa La Isla de Antromero, separada de la costa por el Carreru, a la altura de La Piscina...un entorno guapísimo...finalizando poco después en la Punta del Sombrao, donde se encuentra El Castillo... un peñón con abundantes agujeros a modo de almenas, que en bajamar, usábamos para jugar los rapacinos de aquella época. El castillo roquero de Antromero que rimaba Jovellanos: " al fiero embate de las olas el risco de Antromero".
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Fuente: Paulino García. "La Isla, la preciosa La Isla de Antromero..." Fuente: Paulino García. La Piscina, en bajamar. Fuente: Paulino García. El Castillo, que forma parte de la Punta del Sombrao. |
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Fuente: Paulino García. El Sombrao. Al fondo El Castillo y la Punta del Sombrao. |
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Fuente: Paulino García. El Cuernu. |
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Fuente: Paulino García. Playa de San Pedro. |
En La Pregona termina el recorrido propuesto, como termina la parroquia de Bocines y el concejo de Gozón. Este tramo de costa...el que nos vio crecer... visto ahora, con más años en la mochila, con más parsimonia y más cariño, tien un valor impagable. Solo lamento, la lástima que uno siente por el descuido...o abandono...de la Administración del Principado por el proyecto de los Parque Playas, que afectaba a cuatro zonas comprendidas en el trayecto narrado...El Bigaral, ElPicudel, La Piscina y ElCuernu... y que hoy de encuentran tomadas por malezas que en algunos casos impiden bajar a los pedreos o solo asomarse como siempre se hizo, y contemplar algunos sitios donde tan felices fuimos en nuestros jóvenes años.
Paulino García Suarez.
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